Labor se complace en presentar Cortando Linha se Faz Espaço, la primera exposición individual de Raphaela Melsohn en México. Esta exposición muestra un cuerpo de obra que explora el concepto del corte, no sólo como un elemento visual, sino como una acción que desafía y redefine nuestra comprensión del espacio, la materialidad y las implicaciones socio-políticas de dividir y compartir el espacio.
Raphaela Melsohn está interesada en construir objetos y entornos que provoquen la relación entre nuestros cuerpos y los espacios que habitamos. Trabajando con esculturas, grabados, instalaciones y vídeo, entre otros medios, Melsohn pone en tensión la forma en que nuestros cuerpos ocupan el espacio ofreciendo alternativas a través de la contaminación, la colaboración y las propuestas arquitectónicas no jerárquicas. Propone grietas, flujos, agujeros y formas orgánicas que pretenden romper el espacio tal y como está, y reconfigurar nuestros cuerpos tal y como los hemos normalizado son formas en las que la artista provoca políticamente las condiciones sociales y espaciales instanciadas.
Cortando linha... ahonda en cómo una línea o un corte, ya sea hecho con un lápiz sobre papel o con un rollo de arcilla, sirve como acto de presencia: un gesto que esculpe, divide y reconfigura el espacio. Cortar implica reconfigurar, revelando la dinámica interna del espacio del mismo modo que una herida abierta deja al descubierto la sangre que lucha por cerrar el corte. Las grietas de la cerámica surgen de un diálogo con la arcilla, estos cortes no son meras imperfecciones sino que están moldeados por la respuesta del material a su forma. Partiendo del «Dispositivo de corte» de Richard Serra, Melsohn entiende la acción de cortar como una imposición sobre un material. Algunas piezas de cerámica hacen eco de la provocación de Serra. Obras como «On the Verge of Tipping» y «De novo e de novo passo meus dedos para construir lugar» exploran el desplazamiento a través de la repetición de una acción, o gesto, enfatizando así la reacción del material como composición.
«Caminhando», de Lygia Clark, es el corte continuo de una banda de Möbius. El título significa «caminando» en portugués. El «ando» de «caminando» indica una acción continua, sugiriendo un proceso perpetuo de división y multiplicación. Aunque a menudo nos encontramos con esta obra a través de imágenes, estos momentos captan el inacabable proceso de corte que propone Clark. Melsohn toma prestada la continuación del movimiento como título de la exposición; «cortando» es la acción continua de cortar. Del mismo modo, el corte en «Bicho» de Clark transforma el metal en una forma manipulable, que el espectador puede reconfigurar. Clark describió esta interacción como un diálogo, entre público y obra de arte, en el que el corte -que da lugar a una bisagra- actúa como punto de estimulación y conexión, sin pasividad por ninguna de las partes.
En «DANCEFLOOR: a minimalist and neo-concrete heritage» y «Cut» el espectador también se enfrenta a la elección de existir dentro de la obra, haciendo que el corte entre el objeto y el observador sea similar a la interacción con el «Bicho» de Clark. Los cortes pueden actuar como conectores, implicando segmentación, ruptura y yuxtaposición. Pueden representar un objeto que antes estaba entero y ahora está fragmentado o remendado, y los cortes sirven como memoria de su división y como prueba de su transformación.
Al centrarse en los cortes, la obra de Melsohn revela cicatrices que a menudo se pasan por alto: fronteras, divisiones, conexiones e intervenciones arquitectónicas que requieren una reorganización de nuestros cuerpos en el espacio. En este sentido, Cortando linha... es una invitación abierta a romper y crear espacio, a cuestionar la aparente neutralidad de nuestra interacción física y perceptiva con el entorno.