Ancient Lights explora las conexiones entre la Piedra del Sol azteca, redescubierta en el Zócalo de la Ciudad de México donde fue enterrada después de la conquista española, los espejos concéntricos de la planta termosolar Gemasolar al sur de España y los avances pioneros en dendrocronología llevados a cabo por A.E Douglass en el Laboratory of Tree-Ring Research (Laboratorio Investigación de los anillos de los árboles) de la Universidad de Arizona. En un video, Mangan muestra material filmado en locaciones de España y Arizona junto con material audiovisual reunido para el proyecto Solar and Heliospheric Observatory project (Observatorio Heliosférico y Solar) de la NASA. En este trabajo, se coloca al sol al centro de una serie de sistemas cíclicos, tanto geofísicos como culturales. Basándose en el ritual azteca y la investigación del científico soviético Alexander Chizhevsky, quien vincula las manchas solares y el ciclo solar de once años a los períodos de actividad revolucionaria, Mangan examina la relación entre la entropía —como sacrificio o pérdida— y el movimiento perpetuo del sol.
La presentación funciona con energía obtenida mediante paneles solares, que alimentan un conjunto de baterías instaladas en una cabina en la sala. El sistema de red aislada funciona como un circuito cerrado, lo que nos permite transformar la luz del sol en luz proyectada. Un segundo video actúa como una viñeta escultórica, que representa una moneda de diez pesos mexicanos girando en cámara lenta. La moneda pierde y recupera su impulso en un loop continuo, como si estuviera en un estado de equilibrio termodinámico.