Jan Peter Hammer cree fundamental la interrelación entre la literatura y el cine para el desarrollo de las prácticas artísticas contemporáneas, y la razón por la cual, después de la adaptación de The Anarchist Banker a la pantalla, continuó realizando una serie de obras que buscan dar importancia a nociones/conceptos que a menudo sólo aparecen como generalidades remotas. Para dar un ejemplo, en una de sus obras más recientes un guardia de seguridad fue contratado para sentarse de brazos cruzados sobre una cantidad de dinero en efectivo, durante el horario de apertura de la galería. Es decir, mientras que la función del guardia era velar por el dinero, la función del dinero era pagar al guardia para poder verle. Con reminiscencias de obras literarias de Beckett, guardia y dinero estuvieron encerrados juntos en un juego absurdo, lo que convierte la abstracción invisible del ciclo económico en una actuación dolorosamente concreta. El artista pone en manifiesto que, aunque el dinero no tiene precio, la garantía de su valor siempre conlleva un alto costo social.
Para el proyecto Tilikum, creado para la Asamblea de Bergen 2013, Peter Hammer habla de la trágica historia de una orca cautiva con el fin de abordar los fundamentos ideológicos y rarezas idiosincrásicas del conductismo, la neurociencia y la gestión de las filosofías. También en este caso, el artista se centra en la experiencia de un individuo -aunque en este caso sea un animal- como medio para dar sentido al gran rompecabezas social que hay a su alrededor.